VIAJE A SUDÁFRICA POR LIBRE CON NIÑOS: PINGÜINOS EN BETTY’S BAY Y BALLENAS EN HERMANUS
Avistamiento de orcas en Hermanus
De Cape Town a Hermanus visitando la colonia de pingüinos de Betty’s Bay
Después de tres jornadas en Cape Town tocaba empezar la pequeña ruta que nos llevaría durante unos días a ver ballenas en Hermanus, a visitar el punto geográfico más austral de África en Cape Agulhas, a ver la reserva natural De Hoop y a terminar en la zona de los viñedos cerca de Cape Town de nuevo. Recogimos nuestras cosas del apartamento en el barrio de Tamboerskloof, cargamos el coche y, antes de salir de la ciudad, nos pasamos con el coche por Signal Hill para echar el último vistazo a Cape Town. Nos marchábamos con un muy buen recuerdo pero con la tristeza de no haber podido estar más tiempo para visitar otros lugares interesantes, que quedarían para la siguiente ocasión.
Salimos de Cape Town, cogimos la carretera escénica R44 y en poco más de una hora estábamos en Betty’s Bay donde se encuentra la Stony Point Nature Reserve, una colonia de pingüinos africanos parecida a la que habíamos visitado en Boulders Beach un par de días antes, pero quizás un poco más tranquila al haber bastante menos gente. En esta reserva hay un sistema de pasarelas de madera que permiten adentrarse en la zona donde están los pingüinos y observarlos en su hábitat. Una parada recomendable si se va camino a Hermanus o si no se ha podido visitar la colonia de pingüinos de Boulders Beach.
Stony Point Nature Reserve
Stony Point Nature Reserve
Stony Point Nature Reserve
Terminada la visita a la colonia de pingüinos africanos y antes de llegar a Hermanus, decidimos hacer una parada para comer en el siguiente pueblo que nos encontráramos. A poco más de 15 minutos en coche paramos en Kleinmond, un bonito pueblo costero y bastante turístico con variedad de restaurantes. Aparcamos al final de Harbour Road, la calle que va a parar al muelle del pueblo, y entramos en un restaurante que había allí mismo con vistas al mar, el KabelJoe’s Seafood Restaurant. Comimos a base de pescado, y bastante bien, por unos 600 rands los cinco (unos 35 euros).
KabelJoe’s Seafood Restaurant
KabelJoe’s Seafood Restaurant
KabelJoe’s Seafood Restaurant
Llegamos a Hermanus poco después de las 2 de la tarde y nos dirigimos directamente al alojamiento que teníamos reservado, Jakasa Guesthouse. Se trataba de una bonita casa muy cerca del centro en la que teníamos reservadas dos habitaciones contiguas, incluía el desayuno, aparcamiento dentro del recinto y que en total nos costó 1.475 rands (90 euros) a los cinco.
Jakasa Guesthouse
Jakasa Guesthouse
Llegábamos a Hermanus con muchas ganas de ver ballenas, el atractivo principal por el cual casi todo el mundo va a este pueblo, incluso habíamos leído y visto que desde la misma costa se podían ver fácilmente ballenas, así que después de instalarnos en nuestras habitaciones de Jakasa Guesthouse nos fuimos andando hasta los senderos que recorren la costa de Hermanus. Hay dos senderos desde donde se pueden avistar ballenas desde la misma costa, uno (Cliff Path Hiking Trail) está más cercano al centro y justo empezaba en la misma calle donde estaba nuestra guest house, y el otro (Hermanus Cliff Path Biodiversity Walk) está más cercano al muelle desde donde salen los barcos que van a avistar ballenas, y queda un poco más alejado del centro.
Empezamos a caminar equipados con los prismáticos y cámaras de fotos preparados para ver las ballenas, pero fue pasando el rato y ni rastro de ningún animal marino. Nos cruzábamos con gente también esperando ver ni que fuera una cola o un chorro de vapor del respirar de una ballena, pero nada. Algún local nos dijo que no siempre se ven fácilmente y que hacía días que no veía ninguna por la costa, así que tras la decepción decidimos que ya no hacía falta ir al otro sendero y nos fuimos a pasear por el pueblo. Por suerte teníamos contratada una salida en barco para el día siguiente y confiábamos en poder ver alguna ballena entonces.
Costa de Hermanus
Buscando ballenas en Hermanus
Buscando ballenas en Hermanus
Antes de cenar volvimos a nuestro alojamiento para descansar y para que los niños pudieran desconectar un poco jugando un rato tranquilamente. Para la noche habíamos hecho una reserva en el Pear Tree Bistro, un pequeñito restaurante en medio del pueblo, a menos de 10 minutos andando desde nuestra guest house. Cenamos de maravilla una hamburguesa, costillas de cerdo, pasta, calamares y merluza, con vino y un magnífico Pear Panna Cotta de postre por unos 950 rands (57 euros) los cinco, y nos fuimos a dormir temprano nerviosos por si veríamos o no ballenas el día siguiente.
Fried calamari strips en el Pear Tree Bistro
Pork belly ribs en el Pear Tree Bistro
Tempura Battered Hake en el Pear Tree Bistro
Pear Panna Cotta en el Pear Tree Bistro
Avistamiento de ballenas en Hermanus con Southern Right Charters
Nos despertamos temprano para aprovechar el desayuno que nos daban en Jakasa Guesthouse, ya que teníamos que estar a las 8:30 de la mañana en el muelle para salir con el barco a ver ballenas y hasta las 11 o 12 no estaba previsto regresar a tierra. Después de desayunar y cargar el coche con todo nuestro equipaje nos despedimos del simpático propietario de la casa y pusimos rumbo al muelle desde donde salía nuestro barco y que se encuentra a poco más de 10 minutos.
Desde Barcelona, unas semanas antes del viaje, habíamos reservado esta salida en barco ya que al estar tan poco tiempo en Hermanus no queríamos arriesgarnos a quedarnos sin sitio en ningún tour de avistamiento de ballenas. Buscando por Internet los comentarios de la gente que había hecho esta salida, finalmente escogimos hacer la excursión con la empresa Southern Right Charters, ya que nos dio un poco más de confianza. Los precios, tipos de salidas y de horarios eran bastante parecidos entre todas las empresas y en nuestro caso la excursión, con una duración prevista de 2 o 3 horas, nos costó 900 rands a los adultos y 450 rands a los niños (unos 190 euros en total los cinco).
Aparcamos el coche en el mismo muelle desde donde salen los barcos y nos dirigimos a la caseta de la empresa Southern Right Charters donde, previamente a la excursión, hay que registrarse y pagar el importe total. A los niños les dieron unos chalecos salvavidas (la ley sudafricana obliga) y nos sentaron a todo el grupo que íbamos a salir a las 9 de la mañana para darnos una pequeña charla previa sobre temas de seguridad en el barco y sobre los usos y costumbres de las ballenas que habitualmente se pueden avistar.
Southern Right Charters
Embarcamos en el catamarán y nos hicimos a la mar con, a priori, muchas posibilidades de ver ballenas, ya que estábamos en plena época de avistamiento, que va de junio a diciembre, y nos informaron que esa mañana ya habían visto algunas ballenas francas australes (southern right whales), las más habituales del lugar. Al poco de salir del puerto, en la misma bahía, el catamarán paró el motor y el capitán nos informó de las primeras ballenas francas que podíamos avistar. A unos pocos metros empezamos a ver un par de ellas que iban sacando la cola fuera del agua y pudimos ver también los chorros de vapor característicos de estos animales al respirar.
Esperando ver ballenas en Hermanus
Cola de una ballena franca austral
Cola de una ballena franca austral
Cola de una ballena franca austral
Continuamos con el catamarán e hicimos un par de paradas más para ver diferentes grupos de ballenas, siempre manteniéndonos a una distancia prudencial y apagando los motores del barco. Algunas se acercaban más a nosotros con el barco parado hasta casi tocarlo, mientras que otras se mantenían a distancia o desaparecían.
Ballena franca austral
Ballena franca austral
Ballena franca austral
Ballena franca austral
En un momento dado, el capitán nos informó de que saldríamos un poco más de la bahía hacia mar abierto para intentar ver alguna otra especie de ballena diferente a la southern right whale. Cuando estábamos en plena marcha con el catamarán se nos unió un inmenso grupo de delfines, aproximadamente unos 1.000 según nos contó el mismo capitán, que rodearon el barco y nos fueron siguiendo a toda velocidad mientras saltaban y se cruzaban por debajo del barco, un espectáculo asombroso que duró unos cuantos minutos.
Delfines rodeando nuestro barco en Hermanus
Delfines rodeando nuestro barco en Hermanus
Delfines rodeando nuestro barco en Hermanus
Delfines rodeando nuestro barco en Hermanus
Pero la jornada todavía nos deparaba una sorpresa mayor, y al poco de salir de la bahía, cuando ya los delfines habían decidido dejarnos solos, uno de los trabajadores de Southern Right Charters que iba en el catamarán empezó a gritar emocionado: ¡orcas, orcas, orcas!
A lo lejos vimos algo en el agua y a medida que empezamos a acercarnos observamos claramente un grupo numeroso de orcas, muy fáciles de distinguir de cerca por las características manchas blancas en los ojos y en el vientre. En total eran nueve orcas que estuvieron cerca de nuestro catamarán más de 15 o 20 minutos, siempre todas juntas y nadando en una casi perfecta sincronía.
Avistamiento de orcas en Hermanus
Avistamiento de orcas en Hermanus
Avistamiento de orcas en Hermanus
Avistamiento de orcas en Hermanus
Una experiencia única e imborrable, según el propio capitán en 17 años de trabajo solamente se había encontrado con orcas en tres ocasiones en esta zona, con lo que los primeros emocionados eran el propio personal de la empresa. Al final, dada la excepcionalidad del avistamiento, la excursión se alargó un poco más de la cuenta y acabamos llegando a puerto pasadas las 12 del mediodía. Nos habíamos quitado la espinita del día anterior en el que no habíamos podido ver ballenas desde la costa de Hermanus.
Fue tan emocionante, incluso para la tripulación y el personal de Southern Right Charters, que editaron un vídeo con las grabaciones que habían hecho en esa salida y lo publicaron en su canal de YouTube: