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Salad Beach (Koh Phangan) |
Después de una ruta de 10 días por Tailandia con nuestros hijos visitando
Bangkok,
Ayutthaya,
Sukhothai y
Chiang Mai, nos tocaban unos días de descanso. Hasta el momento habíamos visto templos, ruinas, animales y habíamos pasado unas cuantas horas en autobuses, así que los últimos días del viaje los queríamos pasar en las paradisíacas playas de Tailandia sin hacer nada en especial.
Tailandia tiene básicamente dos zonas de playa diferenciadas: la zona del Mar de Andamán donde está la famosa Phuket, Phi Phi y Krabi, y la zona del Golfo de Siam con las islas de Koh Samui, Koh Phangan y Ko Tao. Nosotros decidimos ir a las
islas del Golfo de Siam, ya que teóricamente en verano hay mucho menos riesgo de lluvias porqué el monzón afecta más a la zona del mar de Andamán. Ya que íbamos a estar pocos días en la playa, por lo menos intentar que lloviera lo menos posible.
Para el desplazamiento desde Chiang Mai habíamos comprado con antelación unos vuelos muy económicos (49 euros) con la compañía
AirAsia, que en menos de 2 horas nos llevó al otro lado del país.
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Aeropuerto de Chiang Mai |
Hay que decir que el vuelo no era directo a la isla de Koh Samui, la única de las tres islas que tiene aeropuerto, y a la que nos dirigíamos inicialmente. Al aeropuerto de Koh Samui no vuelan todas las compañías y las que sí que vuelan directas tienen unos precios que son mucho más elevados, así que la alternativa económica es volar al aeropuerto de
Surat Thani donde puedes coger un autocar y luego un ferry que te deja en la isla de Koh Samui. En el mismo aeropuerto de Surat Thani hay varias compañías que te gestionan el enlace a cualquiera de las islas que vayas. Nosotros hicimos el trayecto con la compañía
Lomprayah, que es la que teóricamente tiene los catamaranes más rápidos. Un día de viaje largo y cansado, pero que todos soportamos perfectamente.
Como básicamente veníamos a las islas a pasar unos días de paz y tranquilidad, reservamos tres noches en un pequeño resort familiar de
Koh Samui con piscina y a 10 minutos andando de la playa, el
Baan Sawan Samui Resort. Fue un pequeño lujo merecido, pero a un precio más que razonable para ser cinco personas, 125 € la noche. Un lugar muy acogedor, tranquilo y familiar.
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Baan Sawan Samui Resort |
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Baan Sawan Samui Resort |
Desde el hotel pudimos visitar un par de pueblos de la isla, Chaweng y Fisherman's Village y estuvimos en dos playas de estas que llaman paradisíacas: Chaweng Noi y Thongtakian Beach.
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Chaweng Noi |
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Thongtakian Beach |
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Thongtakian Beach |
No sabríamos decir mucho más de la isla, sólo que parecía bastante turística y que, casualmente, una noche que estábamos paseando por Fisherman's Village y se puso a diluviar terminamos entrando en un local que se llama
Tapas Barcelona y que lleva un chico catalán. Por cierto, las tapas estaban bastante buenas y había pan con tomate.
Como ya nos temíamos que Koh Samui estaría un poco masificada de turismo y queríamos ver cosas diferentes, habíamos decidido pasar dos noches más en la isla de
Koh Phangan, famosa por la
Full Moon Party, pero mucho más tranquila y familiar cuando no coincides con estas fechas. La isla es mucho más pequeña y con un ambiente mucho más rural, aunque la verdad no la exploramos mucho. De hecho, hicimos una vida muy sedentaria, de la habitación al restaurante y del restaurante a la playa o a la piscina.
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Salad Beach (Koh Phangan) |
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Salad Beach (Koh Phangan) |
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Salad Beach (Koh Phangan) |
Habíamos reservado un bungaló a pie de playa en una zona muy tranquila y bonita de la isla en el hotel
Salad Hut Bungalows que nos costaba 90 euros la noche. El restaurante, además, era especialmente bueno y en la caseta de al lado había un sitio de masajes tailandeses al que nos abonamos no sólo los padres sino también los 3 niños.
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Salad Beach (Koh Phangan) |
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Salad Hut Bungalows (Koh Phangan) |
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Masajes en Salad Beach (Koh Phangan) |
Después de cinco días de descanso en las playas de Tailandia nos tocó volver a hacer todo el trayecto hasta el aeropuerto de Surat Thani donde un avión de AirAsia nos llevó a Bangkok en una hora. Habíamos decidido estar un último día en Bangkok para hacer algunas compras y visitas finales.
En esta ocasión dormimos en
The Yard Hostel, una especie de albergue que habíamos encontrado muy bien valorado en
Tripadvisor y en el que nos dejaban una habitación para los 5 con baño privado y desayuno incluido por 70 euros la noche. Estaba bien conectado en metro con el centro de la ciudad, así que pudimos aprovechar hasta el último momento del último día para acabar de visitar la ciudad e ir de compras.
En resumen, el viaje a Tailandia en familia ha sido toda una experiencia para los niños. Una aventura fácil de hacer con los pequeños y un gran aprendizaje para todos.