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Golden Gate Bridge |
Nuestro vuelo llegaba a las 6 de la tarde a San Francisco y, después de todo el día en el avión con el correspondiente cambio en Paris, no queríamos forzar la máquina con los niños. Reservamos un
servicio de transfer con la compañía
Go Lorrie’s que nos llevaría del aeropuerto internacional de San Francisco directamente al hotel por unos 70$. Como éramos 5 personas, al final no salía tan caro, pues pagar billetes de tren y de metro no suponía un ahorro muy grande y la comodidad del transporte privado viajando con niños no tiene color.
El
hotel de San Francisco era uno de los primeros que habíamos reservado con una antelación de 8 meses y habíamos hecho bien, pues los precios de San Francisco ya extremadamente altos de por sí, no pararon de subir desde entonces. El
Chelsea Inn es un motel situado en Marina District, una zona un poco alejada del centro pero muy tranquila y con mucho ambiente en la cercana Chestnut Street.
Nos levantamos el primer día con ganas de un buen desayuno americano, ya que la noche antes no habíamos ni cenado (la comida de los aviones siempre te deja el estómago tocado). Del hotel nos recomendaron ir al cercano
Home Plate, a solo dos calles del hotel, y acertamos de pleno. Menudo desayuno: huevos fritos, tortillas, batidos,…el típico desayuno hipercalórico americano pero con algunas variaciones interesantes. Un poco caro y pesado, pero era el primer día y necesitábamos mucha energía, mereció la pena y nos ganamos ya a nuestros hijos para unas cuantas horas.
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Home Plate |
San Francisco es una ciudad grande y con barrios un tanto dispersos, pero si te gusta caminar lo puedes visitar prácticamente todo a pie. De todos modos, existe la posibilidad de comprar billetes individuales de
transporte público o adquirir el
Visitor Passport que te permite el uso ilimitado de la red Muni (metro, autobuses y tranvías). En nuestro caso, solamente compramos billetes individuales de autobús para algún trayecto concreto para lo cual nos fue muy útil usar la aplicación de móvil
MuniMobile. Es la aplicación oficial de la
SFMTA (San Francisco Municipal Transportation Agency) y te permite comprar los billetes individuales cuando quieras a través del teléfono y activarlos justo antes de subir al autobús. Muy cómodo y práctico, los billetes sencillos de autobús costaban 2,5$ para adultos y 1,25$ para niños.
Salimos de desayunar y fuimos andando hasta la zona de
Lombard St. conocida por sus curvas de bajada. No es la calle más inclinada de la ciudad, pero si una de las más fotogénicas por las mismas curvas y la decoración floral que hay alrededor. Desde allí seguimos caminando hasta la zona de North Beach donde está el
Pier 39 y los famosos leones marinos tomando el sol. Toda la zona es muy turística, con un centro comercial en el mismo muelle y unas bonitas vistas de la Isla de Alcatraz y de la bahía. Desde allí, caminando por la zona de
Embarcadero, llegamos hasta el
Ferry Building Marketplace, donde se encuentra uno de los principales mercados de frutas y verduras y una gran variedad de restaurantes y puestos gourmet. Comimos una buena hamburguesa en
Gott’s Roadside.
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Pier 39 |
Por la tarde paseamos por
Market St. y
Geary St. hasta
Union Square, la zona más comercial de San Francisco y quizás de las menos bonitas para nuestro gusto. Nos esperaba el plato fuerte del día: íbamos a ver un partido de
baseball de los
San Francisco Giants en el mítico
AT&T Park. Traíamos las entradas compradas desde Barcelona, ya que hay ofertas muy interesantes si lo haces con antelación. Nos costaron 6$ más tasas cada una a través del portal
StubHub, que es uno de los canales de venta más habituales. Los asientos no estaban en la mejor zona del estadio, pero la visión era muy buena y más que suficiente para tener una muestra del deporte rey norteamericano en un estadio de primera categoría. Solamente para poder ver el estadio por dentro, las vistas al San Francisco-Oakland Bay Bridge y el ambiente ya merece la pena. Los partidos de baseball duran muchísimo y siendo el primer día en San Francisco la verdad es que estábamos muy cansados, así que pasamos un par de horas en el estadio y nos marchamos en autobús hacia el hotel a dormir.
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San Francisco Giants en AT&T Park |
El segundo día fuimos andando también desde el hotel hasta
Alamo square, conocida por las famosas casas llamadas
Painted Ladies y que son el emblema de la típica casa de San Francisco. Justo en la plaza hay un parque infantil donde dejamos a nuestros niños que jugaran un buen rato: toboganes y columpios como los de aquí fue lo que les hizo más felices esa mañana. Cerca estaba el barrio de
Haight-Ashbury, el barrio hippie de San Francisco, donde comimos y aprovechamos para entrar en algunas de las tiendas más originales de la ciudad. Desde allí nos dirigimos a
Castro y finalmente al barrio de
Mission, uno de los barrios más de moda de la ciudad. Estos son, quizás, los barrios más icónicos de San Francisco.
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Painted Ladies |
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Haight-Ashbury |
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Castro |
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Clarion Alley Murals en Mission |
El tercer y último día en San Francisco teníamos que recoger el coche de alquiler a las 4 de la tarde y nos marchábamos ya de la ciudad. Por la mañana aprovechamos para pasear por el centro de la ciudad, desde el
San Francisco City Hall hasta la zona de Union Square, una zona donde se acumulan gran parte de los
homeless que tanto abundan en esta ciudad. Aunque era de día y no es una zona especialmente peligrosa, los niños se quedaron muy sorprendidos por la gran cantidad de gente que vive en la calle. Después, ya que nos quedaba cerca, nos fuimos a ver
Chinatown y la fábrica de galletas
Golden Gate Fortune Cookie Factory para acabar comiendo en uno de los restaurantes chinos más recomendados de la ciudad, el
City View Restaurant.
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California Street desde Chinatown |
Llegaba ya el momento de marcharnos de San Francisco y empezar el road trip. Una vez recogido el coche de alquiler en la oficina de
Thrifty de O’Farrell Street, nos fuimos al hotel a recoger las maletas y dejamos la ciudad por el
Golden Gate que, por supuesto, es de visita obligada. Hicimos dos paradas, una primera en el Golden Gate Bridge Welcome Center en el lado de la ciudad, donde se puede observar una sección del cable del puente y donde quizás hay una de las vistas más típicas. Después ya cruzamos el puente e hicimos una segunda parada rápida en el Vista Point. Nos quedaban 2 horas de viaje hasta donde teníamos reservado el motel para esa noche, un
Motel6 en la pequeña ciudad de Lodi, a medio camino del parque de Yosemite.
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Golden Gate Bridge |
Hay que tener en cuenta que el Golden Gate Bridge es gratuito solamente si se sale de la ciudad, que era nuestro caso. Pero si entras a San Francisco por el puente sí que tienes que pagar un peaje de unos 7$ y, además, hay que hacerlo o bien por Internet o bien con los dispositivos
FasTrak que llevan algunos coches (no habitualmente los de alquiler).